En un giro que ha sacudido el tablero político de Washington, el empresario Elon Musk ha solicitado públicamente el juicio político (impeachment) contra el presidente Donald Trump, alegando vínculos ocultos con el caso Jeffrey Epstein y cuestionando la integridad moral de quien dirige hoy la nación.
La denuncia, lanzada a través de su propia plataforma digital X, fue luego retirada, pero el impacto quedó sembrado: una bomba mediática con potencial de volverse institucional.
Aunque el Congreso no ha iniciado un proceso formal, el respaldo que Trump presume en el Senado es más frágil de lo que parece. La diferencia entre demócratas y republicanos es mínima, y con apenas 17 senadores republicanos rompiendo filas, el presidente podría enfrentar una crisis sin precedentes en su mandato. El Senado requiere una mayoría de dos tercios (67 votos) para aprobar una condena política, lo cual es alcanzable si los 48 demócratas, los 2 independientes y al menos 17 republicanos votan a favor.
Desde el ala republicana, líderes como Mike Johnson y Steve Scalise intentan contener la presión, reafirmando su lealtad al presidente. Pero el ambiente político se agita, y algunos sectores conservadores ya hablan de 'traición económica' tras la caída bursátil de Tesla y la amenaza presidencial de suspender contratos públicos con las empresas de Musk.
Mientras tanto, las redes sociales hierven con teorías, memes y confrontaciones verbales. En lo que muchos llaman ya la guerra silenciosa entre el poder económico y el poder político, Estados Unidos podría estar entrando en una fase de polarización más intensa que nunca.
Lo que comenzó como una diferencia entre dos magnates, hoy parece convertirse en una batalla por el alma del país.
? Producido por U.E. – ¡ABEJA! ?
