¡Trump ordenó un show de bombas sobre instalaciones vacías!
Críticas internacionales desnudan la verdad detrás del ataque a Irán

A pocas horas del bombardeo ordenado por el presidente estadounidense Donald J. Trump contra instalaciones nucleares iraníes, comienzan a surgir versiones que contradicen la narrativa oficial de la Casa Blanca. El exinspector de armas de la ONU, Scott Ritter, denunció que el ataque fue “puro teatro”, señalando que las tres instalaciones impactadas estaban vacías y sin valor estratégico inmediato.
“El uranio enriquecido al 60% está intacto. Las centrífugas IR6 e IR8 siguen operativas. Lo único que impide que Irán tenga armas nucleares es que Irán no quiere tenerlas”.
Los sitios bombardeados fueron:
- Natanz – Instalación previamente atacada por Israel. Actualmente no albergaba material crítico.
- Isfahán – También atacada anteriormente; las estructuras ya estaban parcialmente dañadas.
- Fordow – Instalación subterránea clave que, según informes iraníes y satelitales, no fue afectada por los misiles estadounidenses.
Fuentes iraníes confirmaron que las instalaciones fueron evacuadas antes del ataque, lo cual reduce la posibilidad de víctimas y fortalece la hipótesis de un bombardeo simbólico.
La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) no reporta daños a los materiales nucleares ni a las instalaciones de enriquecimiento.
Líderes y expertos alrededor del mundo cuestionan la utilidad de la operación:
- Rusia, China, Turquía y la Unión Europea exigen explicaciones inmediatas.
- El bombardeo ha sido calificado como un intento de Trump por “proyectar fuerza” en medio de una tensa campaña electoral interna.
El mundo fue testigo de un ataque quirúrgico… sin objetivo real.
El verdadero impacto no fue militar ni nuclear, sino geopolítico y mediático.